Bajo las estrellas en el Parque nacional de las Cevenas

La pureza del cielo nocturno del Parque nacional de las Cevenas ha convertido al Parque en la Reserva internacional de cielo estrellado más extensa de Europa. Aquí, las constelaciones y la Vía Láctea se pueden admirar simplemente levantando la vista, para hacer las delicias de senderistas, astrónomos y todos aquellos que han soñado alguna vez con tocar las estrellas.

El cielo del Parque nacional de las Cevenas ofrecerá momentos con sabor a eternidad tanto a los senderistas en busca de emociones poéticas y espirituales como a los astrónomos que tratan de descifrar el universo. ¿Y cuál es la mejor forma de vivir esa experiencia? Durmiendo bajo la bóveda celeste. Las furtivas lluvias de estrellas fugaces pueden admirarse desde el interior de una cúpula o una burbuja. El cielo negro y grandioso nos ofrece un ballet cósmico que podremos disfrutar instalados en una pirámide de cristal colocada en la cima de una montaña. Un poco más lejos, sobre un árbol, en una cabaña que domina el valle, una vertiginosa terraza circular te invitará a sumergirte al revés, con la cabeza en las estrellas.

Recorrer el cielo y la tierra

Los visitantes quizás prefieran realizar una excursión itinerante de siete días de senderismo con un astrofísico, un guía de media montaña y varios burros. En el corazón de las extremadamente salvajes Cevenas, ¡disfrutarán de un panorama que no podrá ser más original! Murciélagos, lechuzas, búhos, ginetas, jabalíes, zorros rojos, anfibios, saltamontes… Armados de paciencia y de discreción, con todos los sentidos atentos, podrán redescubrir la oscuridad al son de los cantos y las sinfonías de los habitantes de la noche.

Iniciarse a la astronomía en la estación de Bleymard

En verano, termina la noche a lo grande en la estación de Bleymard contemplando el cielo estrellado desde sus alturas. En pleno corazón del Monte Lozère, este lugar perdido en medio de la naturaleza es ideal para iniciarse a la astronomía. Rodeados de brezos en flor, sumergidos en la misteriosa música de la vida nocturna silvestre del entorno, ¡con total seguridad!

Dominar el verano desde el puerto de Prat-Peyrot

En el impresionante macizo del Aigoual, el puerto de Prat-Peyrot culmina a más de 1400 metros de altitud. De día, las vistas ofrecen un inmenso panorama: ¡el macizo del Monte Lozère, los Grands Causses y, cuando el cielo está despejado, la cordillera de los Alpes, los Pirineos e incluso el mar Mediterráneo! Por la noche, el puerto presenta unas vistas igual de espectaculares, pero sobre el cielo estrellado. Las condiciones meteorológicas suelen ser extremas en la zona, por lo que es preferible visitarla en verano, los días de buen tiempo.

Dar libre curso a la imaginación en Gally

En pleno corazón del Parque nacional de las Cevenas, el caos de Nîmes-le-Vieux, un lugar que ya es cautivador de día, se vuelve aún más mágico por la noche. Esta formación ruiniforme nacida de la disolución caprichosa de la roca caliza surge como el mirador supremo ante el abismo de las gargantas que rodean el causse Méjean. En esta atmósfera tan especial donde en la claridad de un cielo puro pueden vislumbrarse extrañas formas, es muy fácil dejar que la imaginación divague entre las constelaciones.