El Parque amazónico de Guayana, en la frontera con Brasil, constituye uno de los mayores espacios protegidos del mundo (3,4 millones de hectáreas, lo que representa el 40 % de la Guayana Francesa).
Delimitado por dos grandes ríos, el Oyapoque al este y el Maroni al oeste, alberga una de las zonas más ricas del planeta en términos de biodiversidad. Esta riqueza lo convierte en un terreno excepcional para los descubrimientos, tanto en materia de flora y fauna como en lo que se refiere a las culturas indígenas.
El bosque del sur de la Guayana Francesa es el hogar de las especies emblemáticas de la Amazonia: jaguares, primates, nutrias gigantes, tapires, caimanes, anacondas, coloridos dendrobates, enormes coleópteros, mariposas Morpho de tonos metálicos... En cuanto a la flora, la naturaleza es la reina en el corazón del Parque amazónico. ¡La selva amazónica está poblada de árboles gigantes (más de 50 m), lianas vertiginosas y plantas con inflorescencias espectaculares!
Para el visitante en busca de cultura, la estancia en el Parque amazónico permite ir al encuentro de poblaciones con identidades culturales fuertes y en continua interacción con el medio natural que las rodea. En este territorio viven desde hace generaciones los pueblos wayana, wayampi y teko, pero también aluku, cimarrones del Maroni y criollos, en un cruce de influencias venidas de América del Sur, el Caribe, África, Asia y Europa.
¡La inmersión en el Parque amazónico de Guayana transforma al visitante, cuestiona su visión del mundo y enriquece su personalidad!