Los parques nacionales evocan ante todo una naturaleza salvaje y una biodiversidad protegida. Sin embargo, esconden mucho más. Estos territorios también son los de las mujeres y hombres que los habitan con su cultura, saberes y competencias, también determinantes en el encanto y las particularidades de un lugar. 

Entender el vínculo entre los hombres y su entorno alimentado de generación en generación significa abrirse a otras formas de ver el mundo. En la Guayana Francesa, en las Cevenas o en la isla de la Reunión, ¡déjate sorprender por culturas arraigadas y vivas, y que a veces incluso se reinventan!