Las vistas se extienden hasta el infinito, los cencerros tintinean, ladra un perro pastor... bienvenidos a las tierras ancestrales del pastoreo. Aquí, en los grandiosos teatros de los parques nacionales de montaña, entre el cielo y la tierra, los visitantes podrán asistir a la fascinante obra que los hombres, los animales y la naturaleza representan juntos desde hace miles de años.

Date un paseo por los verdes paisajes de las praderas alpinas y los pastos de montaña, y después disfruta de un descanso bien merecido en una tradicional cabaña de pastores. Jamás te arrepentirás de haberte sumergido en la belleza pictórica de estos lugares, ni de haber probado la hospitalidad de sus habitantes y las delicias de la producción local. Estas tierras viven al ritmo de las estaciones y su tranquila poesía te permitirá desconectar y reencontrarte.