Están los caminos habituales que conocemos de memoria, que recorremos con los ojos cerrados y que llevan, todos, a Roma. Y después están los caminos del descubrimiento, de la exploración y de la creación. Esos sorprenden en cada curva, cambian la mirada y revelan una naturaleza que se ofrece como si el mundo acabara de nacer. Nuestros parques nacionales están llenos de esos últimos, un sinnúmero de invitaciones a sentirse vivo, a explorar, imaginar y crear.

Atrévete a explorar nuevos caminos para sumergirte en la infinita riqueza de los paisajes de nuestros parques nacionales. Una oportunidad excepcional de ralentizar el tiempo, volver a aprender a respirar y reencontrarse con uno mismo gracias a la experiencia fundamental del contacto con la inmensidad de la naturaleza.