Mieles - Hameau de Valbonne

• Miel de castaño

Típico de nuestros valles, el castaño es un árbol nutritivo, tanto por sus frutos como por su madera, y también es generoso con muchos animales. La miel de castaño es de color ámbar oscuro, con un sabor pronunciado y ligeramente amargo que combina a la perfección con el queso, ya sea Pélardon o Roquefort, pero que también hace maravillas en las tostadas o en el pan de especias.

• Miel de primavera

Al final del invierno, el brezo blanco florece y para las abejas es la primera cosecha. Si las colmenas son suficientemente grandes y el tiempo es favorable, pueden incluso almacenar miel en las alzas. Luego viene la floración primaveral: endrinos, cerezos silvestres, acacias, tilos y un sinfín de florecillas. Algunos años, los robles pueden verse invadidos por pulgones, que producen un poco de melaza. Irregular en su composición, y más aún en las cantidades producidas, la miel de primavera de nuestra región suele ser bastante oscura, cristaliza rápidamente y tiene un sabor potente y almizclado con notas de caramelo y regaliz.

• Propóleo

Sustancia verdaderamente polivalente, el propóleo se utiliza para todo en la colmena: tapar los agujeros para evitar las corrientes de aire, reducir la entrada de la colmena, recubrir el interior de la colmena y los alvéolos para higienizarlos, inmovilizar y momificar a los invasores como los escarabajos (escarabajos aficionados a la miel), etc.

Se compone de un poco de cera y mucho de resinas ricas en aceites esenciales recogidos de los brotes, así como de secreciones de abejas y polen. Para nosotros, es un potente antibiótico, antifúngico y remedio cicatrizante, y puede utilizarse para tratar una amplia gama de dolencias.