Parque nacional de los Écrins: una reserva de biodiversidad

Los variados paisajes del Parque nacional de los Écrins son propicios para el desarrollo de una biodiversidad sorprendente y a veces excepcional. Bosques, valles, praderas alpinas, ríos, lagos, franjas rocosas: cada especie puede encontrar su hábitat preferido. Y, para el visitante, ¡son distintas formas de descubrir la montaña de otra manera!

El Parque nacional de los Écrins ofrece una naturaleza preservada con múltiples posibilidades para los visitantes, que podrán contemplar panoramas inmensos, interesarse por las flores y los coleópteros, observar fósiles milenarios o las crías de una manada de gamuzas. Todo el mundo encontrará lo que busca entre la infinidad de experiencias propuestas por los profesionales del macizo. Además de compartir su amor por el territorio, el deseo de las personas que viven los Écrins a diario es mostrar la importancia de trabajar para protegerlo.

Una cultura de respeto a la naturaleza

Los profesionales de la montaña adoran enseñar las riquezas de su territorio durante todo el año, pero lo hacen con suma precaución. Conocen la naturaleza perfectamente, y el respeto que tienen por ella es igual de grande. Por eso, el lema de sus excursiones siempre será: ¡observar sin molestar! Durante una salida con un acompañante, los excursionistas probablemente tengan el privilegio de avistar rapaces sobrevolando el Parque nacional. Con un poco de suerte, podrán incluso asistir al regreso a la naturaleza de alguna de las aves que han recibido cuidados en el centro de recuperación Aquila.

Avistar rapaces en el Embrunais

Los buitres leonados, con una envergadura espectacular de hasta 2,80 metros, sobrevuelan el Embrunais con majestuosidad. Amantes de los espacios abiertos con escarpas y acantilados vertiginosos, en el collado de la Coupa han encontrado una zona ideal para construir sus nidos. Un catalejo instalado a la entrada del caserío des Gourniers permite disfrutar del espectáculo desde la distancia. Para observarlos más de cerca y aprender más sobre su vida, puedes participar en la operación de inventario de buitres realizada cada año a finales de agosto.

Observar los animales míticos en el Briançonnais

Una inmersión rápida en plena naturaleza, esa es la promesa que espera al visitante en el Briançonnais. Allí, los valles son el refugio de una fauna y una flora de montaña especialmente abundantes. Entre las estrellas locales, hay muchas posibilidades de poder vislumbrar a la majestuosa águila real, a la escurridiza gamuza, a la impresionante cabra montesa o a la simpática marmota!

Explorar el valle salvaje del Valbonnais

El Valbonnais concentra cerca de la mitad de la cobertura forestal del Parque nacional de los Écrins. Salvaje y preservado, también es el valle menos concurrido del macizo. Por eso, ofrece un refugio tranquilo para numerosas especies, y una oportunidad única para observar animales y vegetales raros y protegidos. Podemos citar, por ejemplo, la rosalia alpina, un magnífico coleóptero azul cielo y negro, o el zueco de Venus, la mayor (¡y quizás también la más hermosa!) de las orquídeas de Europa.